Te cuento un poco de mi historia y mi relación con los hilos y las agujas.
Mi nombre es Mariela Sánchez, tejo desde muy pequeña, mi abuela Leny y mi tía Lita me enseñaron los primeros puntos de crochet.
Me acuerdo perfectamente de ese momento: estábamos las tres sentadas en el sillón del living, con la aguja de crochet y un hilo finito, color blanco.
Ni ellas ni yo imaginábamos el enorme valor de ese legado. El poder transformador que me estaban transmitiendo.
Hace muchos años que tejo, pero hace muy pocos entendí que mi misión es hacerme cargo del poder heredado, y de ese legado que ahora es mío. Deseo desarrollarlo y transmitirlo con alegría y con amor. Expandir esta herramienta poderosa de transformación y de creación, y ser parte del crecimiento de más y más mujeres.
Mi bisabuela María, año 1953
El hilo, que lo es todo.
El hilo que nos une, que nos teje, que nos sostiene, nos conecta, nos empuja a crecer, nos vuelve flexibles y fuertes.
Mi mamá y yo, año 2022